Concurso: Diseño de arquitectura de Parque Museo Humano San Borja
Premio: Quinto Lugar
Arquitectos: Lateral Arquitectura & Diseño
Ubicación: Parque San Borja
Equipo De Diseño: Christian Yutronic, Sebastián Baraona, Nicolás Olate y Siak-Lin Pozo
Museografía: Alejandro Soffia
Paisajismo: Francisca Saelzer
Año Proyecto: 2014
MEMORIA
PARQUE CONSOLIDADO VS PARQUE POR CONSOLIDAR
El Parque San Borja presenta dos realidades que es necesario reconocer. Por un lado está el Parque consolidado, ubicado al centro del predio el cual presenta una buena cantidad y calidad de equipamiento, áreas verdes consolidadas y una buena apropiación por parte de la comunidad. Por otro lado, existe un área menos consolidada ubicada hacia sus bordes, justo donde el Parque limita con el resto de la ciudad, este sector no tiene una función clara, sus áreas verdes no están consolidadas, no existe un nivel de equipamiento adecuado y convive con una reja perimetral que genera espacios residuales y de poco uso. Este sector no presenta una buena apropiación por parte de la comunidad.
Estas dos realidades son la base de esta segunda mirada sobre nuestra propuesta: hemos concluido que es necesario conservar el sector del Parque que está más consolidada y cuidarlo como el corazón del Proyecto, mientras que el sector de borde se interviene para mejorar su condición de acceso, (sin barreras ni muros) de espacio público (tanto para el interior del Parque como para el resto de la ciudad) y de área verde.
MÁS ÁREAS VERDES Y MENOS SENDEROS
La costumbre lleva a pensar que las plazas y parques en la ciudad deben estar llenos de senderos y caminos que nos ayuden a recorrerlos y nos permitan ahorrar área verde que regar. Pareciera que los parques urbanos tuvieran que llenarse de caminos por su condición urbana, olvidando que un parque en esencia es un pedazo de campo en la ciudad, “una pradera” en medio de la urbe. En el campo la naturaleza se muestra tal cual es, ojalá sin la intervención humana. Encontrarse en la ciudad con una plaza o parque es siempre gratificante y se agradece, pero en cambio encontrarse en el centro de Santiago con un pedazo de campo es un regalo. Nuestra propuesta busca limpiar de senderos innecesarios el Parque para privilegiar áreas abiertas para la inclusión de césped y praderas. Hemos conservado los lugares más importantes del Parque actual como son la pista de patinaje, los juegos infantiles y anfiteatro con sus principales recorridos y hemos liberado el resto para la inclusión de grandes áreas libres con césped y praderas para el desarrollo de actividades al aire libre.
RECORRIDO DE ESCULTURAS
La intención de nuestro proyecto no es otra que la de devolverle su condición de “campo” a un pequeño parque urbano demasiado fracturado y compartimentado por un exceso de diseño. Esta intención se materializa a través de un único gesto sobre el lugar, la implantación de una figura geométrica simple, capaz de enmarcar este nuevo paisaje y al mismo tiempo darle sentido a la obra de Mario Irarrázaval dentro de él.
El Parque pasa a ser una escultura que contiene a otras esculturas, una forma impuesta, geométrica, perfecta, rotunda y clara. Este recorrido define dos sectores, el interior del anillo y su exterior. En el interior, se encuentra el Parque más consolidado que es necesario cuidar y preservar y en el exterior en cambio está el sector menos consolidado que se relaciona con el resto de la ciudad y que sufre la mayor intervención.
Nuestra operación sobre el lugar es principalmente de “deshacer” lo ya hecho para volver al origen, a la naturaleza en su estado lo más primitivo posible. En este sentido nos hacemos eco de la teoría del tercer paisaje de Gilles Clément como una nueva forma de entender el diseño del parque, mucho más acorde al lugar y amigable con el medio ambiente. En este nuevo orden y verdadero paraíso natural son bienvenidos los picnic, los juegos al aire libre, el “pisar el pasto”, dormir en él, los animales y la vegetación autóctona libre y espontánea la cual no necesita de un jardinero para sobrevivir. Los recorridos no están del todo definidos, no hay muchas bancas donde sentarse ni demasiados sombreaderos donde escapar del sol.
Esto porque todo el parque es asiento y todos los árboles son sombra.
Además de las esculturas de Mario Irarrázaval y del patrimonio natural que son los árboles existentes, consideramos como componente museográfico arquitectónico la Iglesia San Francisco de Borja ubicada en el extremo nororiente del parque.
Por lo mismo, le damos un tratamiento como a otra escultura más presente sobre el Proyecto: se considera la construcción de una superficie lisa y homogénea a su alrededor, eliminado todo tipo de obstrucciones verticales para lograr su lectura limpia como volumen que le permita destacar en el contexto del parque, cosa que hoy no sucede. Asimismo, se considera la extensión de esta superficie hasta la Alameda para lograr el diálogo con la escultura “Mano de Venecia” ubicada al norte del conjunto y así construir un inicio y también un remate.
De esta manera, la “Mano de Venecia” es el umbral público del conjunto patrimonial, y la Iglesia uno de los umbrales más íntimos del Parque/Museo. Tanto la Iglesia como el pabellón, ubicados sobre la misma calle, conforman el portal de acceso al Proyecto, son la fachada del nuevo Parque/Museo hacia la Alameda y marcan el principio y el fin del recorrido de esculturas.
Memoria paisajismo
Justificación general de la propuesta
La propuesta paisajística es traer el paisaje natural del Valle Central al corazón del contexto urbano generando un espacio único a partir de grandes praderas naturales que permitan descontextualizar al usuario en un lugar libre, sin senderos y espacios establecidos, sólo grandes praderas con esculturas puestas libremente en su interior. Compuesta de especies nativas e introducidas de tipo mediterránea, de bajo requerimiento hídrico y mantención, aseguran una cobertura vegetal durante todo el año.
La pradera utiliza como criterio trabajar con la naturaleza, es decir, dar lugar a la evolución y al movimiento natural de las especies. No requiere de podas, sólo cortes de limpieza y control. Algunas malezas son parte de la pradera, tal como ocurre en las praderas naturales de nuestros cerros de la región central de Chile. El riego es necesario sólo en estaciones secas para asegurar un verde continuo.
Aspectos paisajísticos
El concepto paisajistico de la propuesta es el de generar ambientes que ademas de ser adecuados y capaces de satistacer los programas que albergan, sirvan para recrear y reproducir el paisaje natural del Valle Central. Hacia el interior, el proyecto propone una zona recreativa y de contemplación favoreciendo la circulación libre al interior del parque y hacia el exterior diferentes equipamientos y recintos deportivos. Es por esto que se distinguen tres unidades paisajísticas principales: pradera natural; masas arbóreas existentes y un humedal.
Integración Urbana y espacial del Parque
El proyecto propone, desde un punto de vista urbano, una integración con el espacio público y cultural de la Comuna y del área de ciudad que interviene. Los bordes del parque serán tratados como espacios con espesor y con programa determinado y respondiendo al entorno inmediato de sus bordes. El cierro va plegándose de tal manera que va concediendo espacios públicos al entorno inmediato del Parque.
Por otro lado, las calles adyacentes fueron incorporadas dándoles continuidad en la estructura de parque de tal manera de integrar la trama urbana al proyecto y las áreas verdes y calles arborizadas al interior del parque.
Criterios y Selección Vegetal
El parque integra por un lado la diversidad de la flora existente en su interior incorporando a la vez la riqueza de la flora nativa existente en el valle central de Chile. De este modo se asocian especies representativas del bosque esclerófilo (Quillayes, peumos, maitenes, espinos, etc.…), y especies introducidas existentes en el parque. La idea es crear una gran estructura verde de carácter público en el cual se inserta la obra de un importante artista y escultor chileno.
Las estratégicas consideradas en el diseño de la arquitectura del paisaje son:
– El parque propone asociaciones vegetales rústicas y de bajo requerimiento hídrico.
– Se plantea en una máxima extensión asociaciones vegetales de tipo esclerófilo nativa
introducida de tipo mediterránea, asegurando los criterios de baja mantención.
– Grandes extensiones de pradera natural se proponen reemplazando al césped. La asociació
de pradera está compuesta por especies de bajo requerimiento hídrico, (cubre suelos, flores y gramíneas) disminuyendo de esta manera la alta demanda de riego que requieren las extensiones de césped.
– Las especies propuestas requieren de un plan de manejo simple y económico.
Criterios de sustentabilidad
-Selección de especies vegetales: Para el diseño del “Parque Museo Humano” propone especies y asociaciones vegetales de bajo consumo hídrico, destacando las asociaciones de tipo esclerófila y mediterránea. La rusticidad de las especies permite disminuir el gasto de mantención.
-Aguas lluvia y riego: El parque fue concebido como un área natural para infiltración de aguas lluvia, considerando que esta área verde no deberá sobrecargar el actual sistema de recolección de aguas lluvia. El riego propuesto considerará el tipo de vegetación, la disponibilidad de agua y la calidad de ésta. Se propone un humedal artificial como parte del proyecto de paisaje (wetland) que se encargará del tratamiento de aguas del Pabellón y equipamiento deportivo. Plantas acuáticas y palustres se encargarán de limpiar las aguas complementarias de regadío.
-Iluminación: La iluminación del nuevo parque implementará un sistema pasivo en base a fotovoltaicos e iluminación LED.